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Comunicado de la Diócesis de San Carlos de Bariloche

Los sacerdotes de la ciudad de Bariloche, avalados por el obispo Juan José Chaparro, enviaron una carta a la gobernadora Arabela Carreras solicitando la apertura de las celebraciones con la participación de fieles hasta el 50% de la capacidad de los templos, cumpliendo con el protocolo de seguridad.
Los invitamos a leer la carta completa

Sra. Gobernadora de la Provincia de Río Negro Licenciada Arabela Carreras

“De nuestra mayor consideración.
Nos dirigimos a usted como sacerdotes de la Ciudad de San Carlos de Bariloche para hacerle llegar nuestra inquietud por un tema que nos preocupa seriamente.

A lo largo de todo este prolongado tiempo de pandemia la Iglesia Católica de la Diócesis de San Carlos de Bariloche ha colaborado con la Salud Pública de la Provincia para que el cuidado de la población en lo que de nosotros depende estuviese garantizado. Al mismo tiempo desde el primer momento hemos colaborado también desde CARITAS en la asistencia a la población más afectada ante la crisis económica que esta coyuntura ha traído aparejada.

En diferentes ocasiones hemos dialogado con el intendente de San Carlos de Bariloche sobre nuestra preocupación por la realidad social y al mismo tiempo hemos presentado un protocolo para poder comenzar a realizar nuestras celebraciones religiosas con una apertura paulatina a la participación de fieles. También nuestro obispo ha hecho lo propio para con Ud.

Cada día son más los fieles que nos reclaman su necesidad de participar del culto, como así también la realización de las ceremonias de bautismos y matrimonios, suspendidas hace más de cinco meses y que son parte de las necesidades espirituales básicas de los creyentes. Creemos además que la contención espiritual es parte esencial en la vida de aquellas personas que asisten a nuestra iglesia.

Desde hace más de un mes hemos visto con asombro que se ha permitido la apertura de bares y restaurantes (lugares cerrados mucho más chicos que la mayoría de nuestros templos) con la posibilidad de ingreso de hasta el 50% de su capacidad; al mismo tiempo que de parte de las autoridades no hemos recibido respuesta alguna a nuestras demandas. Así mismo no vemos el por qué no se pone obstáculos a las actividades referentes a la acción social a través de CARITAS en nuestras parroquias (en las que participa una numerosa cantidad de gente) y la imposibilidad de ejercer libremente nuestras actividades religiosas.

Al no recibir respuesta del por qué no se nos ha autorizado a abrir nuestros templos con participación de fieles creemos que no hay motivos objetivos que suponga más peligrosa para la salud la participación en celebraciones religiosas que la apertura de bares y restaurantes, piscinas o gimnasios. La Conferencia Episcopal Argentina ha presentado a las autoridades nacionales el correspondiente protocolo que ya le hemos entregado en mano oportunamente al intendente, y que está vigente en muchas provincias en las que ya se han habilitado las celebraciones religiosas. Cabe destacar que en la Ciudad de Buenos Aires a partir del mes de Setiembre estarán autorizada la celebración de las misas con presencia de fieles de hasta 40 personas.

Por esta razón sentimos que a esta altura la prohibición que pesa sobre nuestras actividades corresponden más a una discriminación religiosa, que a motivos objetivos; y si no es así solicitamos que se nos dé una explicación clara y objetiva.

Al mismo tiempo volvemos a afirmar que contamos con los protocolos y los medios necesarios para poder velar por el cuidado de la salud de nuestros fieles sin que haya mayores riesgos que los que pueda haber en otros lugares que están en las mismas condiciones que nosotros y ya han sido habilitados. Por eso deseamos se considere nuestro pedido explícito de comenzar con nuestras celebraciones con la participación de fieles hasta el 50% de la capacidad de nuestros templos a partir de los primeros días del mes de setiembre.

Le rogamos tenga a bien hacer lugar a nuestro pedido esperando una pronta y concreta respuesta a esta carta, al mismo tiempo que encomendamos su gestión a la protección de Dios”.

Pbro. Fernando Rodríguez, Vicario General y administrador parroquial de Virgen del Carmen
Pbro. Eduardo De Paola, Vicario Judicial
Pbro. Pascual Bernick, rector de la Catedral
Pbro. Branco Jan, párroco de Medalla Milagrosa
Pbro. Javier Bonan, párroco de Virgen de las Nieves y Virgen Misionera
Pbro. José M. Lynch, párroco de San Francisco
Pbro. Pablo Bustos sdb, párroco de San Cayetano
Pbro. Hugo Ramírez, párroco de Santo Cristo
Pbro. Roberto Asis, párroco de María Madre
Pbro. Ricardo Belfiore, párroco de Virgen del Valle
Pbro. Gustavo Brianese, párroco de San Eduardo
Pbro. Jorge Pliauzer, párroco de La Inmaculada Concepción
Pbro. Adrián Stanizo, vicario de la Catedral
Pbro. Gustavo Hernández, vicario parroquial de La Inmaculada Concepción
Pbro. Miguel Gallichio, vicario parroquial de Virgen de las Nieves y Virgen Misionera
Pbro. Matías Amed sdb, vicario parroquial de San Cayetano

+Mons. Juan José Chaparro, obispo de Bariloche

PD: Adjuntamos a esta carta el protocolo correspondiente para las celebraciones con participación de fieles.

Protocolo Misa en la Diócesis de San Carlos de Bariloche

Antes de la Celebración:
Identificar los bancos que se pueden utilizar para que haya distancia suficiente entre los fieles, de manera que respetando el distanciamiento social pueda recibirse al 50 % de la capacidad habitual. Según normativa municipal para gimnasios, restaurantes, cervecerías, etc.

Se mantendrá vacía la pila con agua bendita.

Para asistir a Misa se deberá reservar con anticipación el horario para no superar el número de participantes habilitados.

Se les recordará que no se puede asistir teniendo alguno de los síntomas de Coronavirus.

A las personas mayores o a quienes tengan alguna enfermedad, que las hace parte de grupos de riesgo, se les recomienda no participar de las celebraciones comunitarias.

Continuaremos con la emisión y grabación de las Misas por la plataforma correspondientes a cada parroquia (si la tuvieren) como lo venimos haciendo habitualmente para aquellos que no puedan concurrir personalmente y puedan participar desde casa.

En la puerta habrá una persona con alcohol diluido para rociar las manos de los que ingresan y les indicará el lugar en que deban sentarse.

Durante la celebración:

Cada persona permanecerá en su sitio mientras dure la celebración con el barbijo puesto.

Con respecto al ministerio de la música habrá un solo cantor o cantora con el acompañamiento de algún instrumento. Se quitarán los libros de cantos.

En el momento de la presentación de los dones, las ofrendas y los vasos sagrados estarán ya próximos al altar, por lo tanto, no se realizará la procesión de dones. Tanto el sacerdote como los ministros deberán desinfectarse las manos antes de comenzar esta parte de la celebración y antes de distribuir la comunión.

No se pasará la colecta como se hace de costumbre, si no que la ofrenda de dinero será entregada por los fieles al final de la celebración en los recipientes destinados para tal fin a la salida del templo.

No se realizará el saludo de la paz.

Para la comunión, el sacerdote se desinfectará con alcohol y se acercará a cada fiel para dar la comunión en la mano. Después se volverá a desinfectar las manos y concluirá la Misa.

Después de la celebración:

Se ventilará la Capilla, y se procederá a la limpieza y desinfección antes de la siguiente Misa.